La Policía Nacional ha desarticulado una red de talleres que se dedicaba a quitar el filtro de partículas de los coches diésel. Por esta operación cobraban entre 100 y 200 euros y con ella conseguían aumentar la potencia de los vehículos, pero también las emisiones.
La Policía Nacional ha desarticulado una red de talleres que se dedicaba a quitar el filtro antipartículas de los coches diésel. Con esta operación, por la que cobraban entre 100 y 200 euros, conseguían aumentar la potencia de los vehículos pero, al mismo tiempo, elevaban las emisiones contaminantes.
Los ocho talleres en los que se llevaba a cabo este trabajo ilegal, no solo retiraban los filtros antipartículas, también reprogramaban la centralita de los coches para que cuando les tocara pasar la ITV el resultado de las pruebas de emisiones no fuera demasiado elevado.